Y flota,
y flota,
y flota.
Y asciende,
y asciende,
y asciende.
Las consciencia está despierta, y mira.
La consciencia está alerta, y delira.
Y flota,
y flota,
en una nube rota.
Y asciende,
y asciende,
y a cada metro asiente.
El sonido del viento en sus oídos,
la lluvia, los gatos y un maullido.
La brisa despeina su flequillo,
la llovizna que aumenta se une a su brillo.
Las gotas de agua golpean su rostro,
tocan y enfrían su corazón roto.
Y sigue flotando en su nube polvorienta,
esta consciencia delirante, triste y contenta.
Su locura la convierte en un alma pasiva
que busca rellenar esa franja vacía.
Y su sexto sentido le advierte su soledad,
y esta consciencia habla de felicidad.
Ya solo importa seguir consciente,
delirando, soñando, alma durmiente.
Alucina con ideas que tiene en la mente
y que pusieron ahí y la vuelven demente.
Las nubes espesan,
y un ángel la besa,
un beso inocente.
Y esta alma flota, delirante,
y se sigue ahogando en agua y aire.
Y las corrientes, oleadas heladas
transforman sus lágrimas en agua congelada.
Y ella no la engañan a sus ojos,
ella mira más allá, allá, allá...
como los locos.
Y ya no participa, solo calla y piensa...
Esta consciencia delirante se ha metido en la tormenta.
Innecesary_Lies