Bienvenido A Mi Mundo

Bienvenido A Mi Mundo
De mi cuerpo descompuesto flores crecerán, y yo en ellas, y eso es la eternidad.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Basta

Estamos aislados.
Somos individuos. Somos únicos.
Nacimos para ser diferentes. 
Nacimos para vivir.
La vida te enseña, te golpea, te tira al piso y te obliga a levantarte. ¿Cómo respondemos a esos golpes?
Tenemos que ser fuertes.
Y no es fácil. Es más difícil que la mierda.
Hay días donde levantarnos duele. Dónde salir de la cama representa un esfuerzo sobrehumano.
Y somos humanos. Es la realidad. Es nuestra realidad.
Personas entran a nuestras vidas, y queremos que se queden.
Se van, y nos dejan un vacío. A veces otra persona entra en ese lugar. Otras veces el vacío es demasiado grande, y nadie logra llenarlo.
Y otras se quedan, y nos ayudan a tapar esos vacíos.
Alegrías, diversión, sueños y felicidad pueden envolvernos. No todo es dolor.
Pequeñas cosas le dan vida a nuestras vidas. Miles de pequeñas cosas.
Por momentos, por lapsos de tiempo, son tan pequeñas que no podemos verlas. O tenemos tantas vendas encima que nos ciegan y nos impiden verlas.
Lo tedioso y molesto se nos presenta como una carga, como un peso en nuestros hombros, en nuestras almas.
Llegamos a sentirnos tan llenos. Y vacíos. Llenos de preocupaciones, de miedos y de inseguridades. De molestias y problemas. Tan vacíos de respuestas, de motivaciones. Sin razones para seguir.
Incluso aquello que nos hace felices puede ser una preocupación. Nos ponemos frenéticos.
Planeamos, pasamos tiempo planeando. Queremos que las cosas nos salgan bien.
Y ahí vienen los errores. Chicos, o grandes, son errores que obstaculizan nuestros planes. Los arruinan. Nos quitan la seguridad. 
Tanto tiempo usamos planeando, y tanto tiempo usaremos para arreglar esos errores. 
Es injusto.
Nos imponen el nacimiento, en cuerpos que no elegimos, en situaciones que no manejamos, con mentes que van demasiado rápido y con necesidades que se deben satisfacer.
Solo nosotros podemos elegir lo que hacemos. Lo que decimos. Lo que queremos. Lo que somos y lo que queremos ser.
Físicamente somos envases, pero envases en los que debemos vivir hasta la última respiración.
Cuando nuestro interior no se puede mostrar al mundo, nos valemos de nuestros envases para transmitir quiénes somos, qué queremos ser. Muchas veces no sabemos manejarlo. Muchas veces la gente es demasiado ciega.
Levantamos la cabeza, y estamos bien. La bajamos, "¿qué sucede?". Estamos bien, estamos mal. Nos cansamos de las preguntas y no volvemos a bajar la cabeza.
Aunque no estemos bien.
¿Somos felices? ¿Estamos en camino a serlo? ¿Que hice hoy para acercarme a lo que quiero?
Cada tanto tenemos que hacer una pausa, y preguntarnos:
¿QUÉ CARAJO ESTOY ESPERANDO?
¿A qué le tengo miedo?
¿Por qué me importa tanto *inserte aquí su/s obstáculo/s*?
¿A quién quiero engañar?
Es hora de entender que somos individuos.
Únicos. Diferentes. Nacidos para vivir. VIVIR BIEN. Y el que no lo crea, no se anima a vivir su propia vida y condena al de al lado a seguir sus pasos.
Basta.
Basta de miedo, de inseguridad, de tristeza. Basta de llorar, de encerrarse, de hacer siempre lo mismo cuando se qiuere que las cosas sean diferentes.
Nuestras vidas son nuestra. La mía es mía, la tuya es tuya.
Yo vivo MI vida, y te invito a que formes parte de ella, y me alegra que aceptes la invitación. Así como yo me alegro si soy invitada a tu vida.
Nunca se es demasiado pobre. Ni demasiado grande ni joven. Nunca se falló demasiadas veces.
Vale la pena intentarlo.
Toma el controlo de tu vida.
El mundo está en tus manos. Es TU mundo. MI mundo. Hay que aprovecharlo.
Basta de bajar la cabeza.
Basta de estar mal.
Hay que empezar a vivir.

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